Gideon la Novena, de Tamsyn Muir

Título: Gideon la Novena

Autor: Tamsyn Muir

Saga: La tumba sellada #1

Páginas: 540

Editorial: Nova

Fecha publicación: Febrero 2021

Fecha de publicación original: Septiembre 2019

ISBN: 9788417347970

Resumen: El Emperador necesita nigromantes. La nigromante de la Novena necesita una espadachina. Gideon tiene una espada, unas revistas guarras y ninguna paciencia para tonterías con los muertos vivientes.

Después de haber sido criada por profesoras antipáticas y osificadas, sirvientes vetustos y una infinidad de esqueletos, Gideon está lista para abandonar una vida de servidumbre y un más allá como cadáver reanimado. Mete su espada y sus revistas guarras en la maleta y se prepara para su audaz escapada. Pero su némesis de la infancia no piensa dejar que se libere así como así.

Harrowhark Nonagesimus, reverenda hija de la Novena Casa y extraordinaria bruja de los huesos, ha sido convocada. El Emperador ha invitado a los herederos de cada una de sus leales casas a una prueba mortal que someterá a examen su inteligencia y sus habilidades. Si Harrowhark Nonagesimus tiene éxito, se convertirá en una sirviente inmortal y todopoderosa de la Resurrección, pero ningún nigromante ha sido capaz de conseguirlo sin la ayuda de su caballero. Sin la espada de Gideon, Harrow fracasará y la Novena Casa terminará por desaparecer.

Gideon la Novena es el primer libro de la saga La tumba sellada. Lo primero que me llamó la atención de esta saga es la combinación de géneros que nos presenta: fantasía y ciencia ficción a partes iguales. Salvo que me falle la memoria, no es una combinación que haya visto antes. Es cierto que Victoria Aveyard en su saga de la Reina Roja nos presenta una distopía donde los que gobiernan tienen poderes, pero La tumba sellada va varios pasos más allá al presentarnos una civilización interplanetaria donde la nigromancia es el pan de cada día; en la Casa de nuestra protagonista, por ejemplo, los esqueletos de los muertos son usados como empleados que no protestan.

Gideon, nuestra protagonista, pertenece a la Novena Casa, una casa encargada de vigilar una misteriosa tumba que jamás debe de ser abierta, y es una de las pocas caras jóvenes que viven entre sus muros. Su principal deseo es huir del planeta en el que vive y unirse al ejército del Emperador. Sin embargo, el destino tiene otros planes para ella y terminará acompañando como espadachina a la heredera de la casa, Harrow, al planeta abandonado de la Primera Casa. Pero, ¿por qué?

Pues aquí es donde entre de lleno la parte de fantasía de esta saga. El líder de la Primera Casa, el Emperador, es un nigromante que lleva gobernando una basta parte del espacio desde hace diez mil años, y sus manos derechas son los llamados lictores, poderosos nigromantes que también han obtenido la inmortalidad... o casi, pues casi todos han muerto y ahora es preciso encontrar a nuevos miembros.

Para ello, el Emperador ha convocado los herederos de todas las Nueve Casas para que descubran ellos mismos el proceso para convertirse en lictores. Los lectores, por nuestra parte, aprenderemos sobre las diferentes casas y las diferentes especializaciones que cada Casa ha desarrollado en el arte de la nigromancia.

La relación entre Gideon y Harrow no es ni de lejos ideal para las pruebas que deberán superar juntas, pues al comienzo del libro se llevan como perros y gatos y no hay ni un mínimo de confianza entre ambas. Gideon será la que tome la iniciativa para comenzar a cerrar el vacío que las separa y comenzar a entablar esa necesaria confianza entre ellas, especialmente una vez que el peligro hace acto de presencia en la historia.

La relación entre Gideon y Harrow es interesante. Gideon confía fácilmente en todo el mundo y no tiene problemas en entablar amistades si se le presenta la oportunidad, pero Harrow, debido a la necesidad de ocultar que la Novena Casa está al borde del desastre, es un personaje incapaz de confiar en la gente. 

En cuanto al acertijo propuesto por el Emperador, las pistas de cual es el proceso a seguir para convertirse en lictor se nos irán dando poco a poco, y un par de cosas no tardarán en quedar muy claras: primero, que en ese planeta sucedieron experimentos terribles hace milenios, y segundo, que la respuesta al acertijo de la inmortalidad acarrea un precio tan alto que no cualquiera sería capaz de pagarlo.

El final del este libro deja muchas preguntas sin respuesta, aunque en mi opinión esto no es algo que le reste puntos. Después de todo, es en el primer libro de una saga donde se establecen las preguntas a responder en los libros que le sigan.

Por último, hay algo que no me termina de convencer de la forma de escribir de la autora, y es el hecho de que hay momentos donde parece que la narración cambia de registro (a falta de un término mejor). Es decir, el vocabulario empleado en la narración, una vez llegamos a la Primera Casa, no desentona con lo esperado de un libro de fantasía, pero en cuanto Gideon habla o se nos muestran sus pensamientos, el registro cambia a uno más moderno.